Una mujer identificada como la organizadora de un robo bajo la modalidad “viuda negra” es intensamente buscada por la Justicia, tras un violento asalto cometido contra un vecino de San Isidro en la localidad de Acassuso. Por el hecho, tres cómplices ya fueron detenidos, mientras que la principal sospechosa permanece prófuga.
El ataque ocurrió durante la madrugada del 22 de septiembre, cuando Patricio V., vecino del distrito, esperaba en su departamento una cita pactada a través de Instagram. La mujer con la que mantenía contacto virtual le propuso visitarlo junto a una amiga, propuesta que el hombre aceptó.
Días antes del encuentro, la víctima transfirió más de 27.000 pesos para cubrir el viaje de las jóvenes a una cuenta bancaria a nombre de Ludmila Abril Cabral, quien luego fue identificada como la presunta autora intelectual del asalto y hoy es buscada por la Justicia.
Cerca de las 2:30, dos mujeres llegaron al departamento ubicado sobre la calle General Justo José de Urquiza, en Acassuso. El encuentro se desarrolló con aparente normalidad hasta que comenzaron una serie de excusas para salir del lugar. En una de esas maniobras, una de ellas tomó las llaves del departamento y se retiró.
Minutos después, dos hombres armados con cuchillos irrumpieron en la habitación, redujeron a la víctima, lo amenazaron de muerte y lo atacaron. “A nosotros nos buscan por homicidios, tenemos muchas muertes encima, así que quedate quieto”, le habrían dicho mientras lo apuñalaban en un hombro y lo obligaban a indicar dónde estaba la caja fuerte.
A diferencia de otros casos similares, la víctima no fue drogada ni dormida, sino que el ataque se produjo cuando se encontraba consciente.
El botín fue significativo: los asaltantes se llevaron una notebook, un iPhone, cadenas de oro, relojes, perfumes, dinero en pesos y dólares, además de electrodomésticos. También accedieron a sus cuentas bancarias utilizando el Face ID del teléfono.
Según la reconstrucción judicial, el grupo ingresó pasadas las 3:15 y para las 4:20 ya había escapado. Herido y atado, el hombre logró liberarse y pedir ayuda a un vecino. Más tarde, al intentar contactar nuevamente a la mujer con la que había pactado la cita, descubrió que había sido bloqueado. Sin embargo, desde otra cuenta pudo ver historias en redes sociales donde los sospechosos exhibían parte del botín.
La investigación quedó a cargo del fiscal Patricio Ferrari, quien logró identificar a Ludmila Abril Cabral a partir de las transferencias bancarias. Además, se confirmó que el número telefónico vinculado al perfil “caatalella32” también estaba a su nombre.
Las cámaras de seguridad municipales y de comercios de la zona registraron el arribo y la fuga de los sospechosos en un Renault Kwid rojo, un elemento clave para la causa. El seguimiento de los teléfonos robados y de las cuentas de Instagram permitió identificar a los otros integrantes de la banda: Melanie Joelliane Quiñones, Dalthon Maximiliano Aquino y Natanael Esteban Coman.
Con esas pruebas, el fiscal solicitó allanamientos en domicilios de El Palomar, Billinghurst, Caseros y Ciudadela, donde se secuestraron elementos de interés para la causa y tres de los involucrados fueron detenidos.
Durante los procedimientos, Ludmila Abril Cabral no fue encontrada y continúa prófuga, mientras la Justicia mantiene activa su búsqueda.

