El Municipio de San Isidro reforzó la seguridad en los barrios populares con la instalación de más de 130 cámaras inteligentes, incorporando cobertura en zonas que antes no contaban con monitoreo, como el Bajo Boulogne, en el límite con el partido de San Martín.
El plan municipal incluye más de 2.100 nuevas cámaras que permitirán duplicar el sistema actual de videovigilancia. Hasta el momento ya se colocaron 1.200 dispositivos, alcanzando un promedio de nueve por cada 1.000 habitantes.
Las nuevas cámaras fueron instaladas en puntos estratégicos de acceso y egreso de barrios como Bajo Boulogne, Santa Rita y Santa Ana, además de los alrededores de la Autopista del Buen Ayre y la avenida Bernardo de Irigoyen.
También se sumó cobertura en la calle Sarratea, una arteria clave que conecta con San Martín, cercana a los asentamientos de La Cárcova y Villa Hidalgo, que hasta el momento carecían de dispositivos de seguridad.
En esas zonas se colocaron multisensores —equipos que integran cuatro cámaras y un domo en un solo dispositivo— con definición 4K, zoom de 200 metros, sensores de sonido para detectar disparos o roturas de vidrios, y un sistema de inteligencia artificial capaz de reconocer personas, vehículos y matrículas.
El operativo también incluyó la incorporación de cámaras con lectoras de patentes, que permiten monitorear y controlar la circulación de vehículos con pedido de captura.
El Municipio ya había implementado tecnología similar en otros barrios populares como La Cava, Uruguay y Sauce, en la localidad de Beccar, ampliando progresivamente la red de videovigilancia en todo el distrito.

