El ticket promedio se ubicó en los 870 pesos, un 31,2% por encima de la misma fecha del 2017 pero 17 puntos porcentuales por debajo de la inflación registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en el mismo período.
“El consumidor gastó menos este año y priorizó vacaciones y escapadas por sobre el consumo de bienes, por lo que las ventas navideñas en los pequeños y medianos comercios cayeron 9% anual”, dijo la CAME en un comunicado.
En los locales al público, las ventas bajaron 10,6%, mientras que en la modalidad online subieron 4,3%.
La venta por internet viene cobrando fuerza, modificando los hábitos de demanda de las familias, que cada vez más se inclinan a comprar sin pasar por el local.
De todos modos, como la participación aún es baja, no alcanzó a compensar la fuerte caída en los comercios físicos, indicó la cámara empresaria.
Los datos surgen de la medición realizada por CAME entre el 22 y 24 de diciembre en 2.380 comercios pequeños y medianos del país.
“Fue una Navidad muy tranquila. Hubo descuentos muy agresivos de las grandes cadenas comerciales y en los shoppings que le quitaron público a los negocios de barrios, avenidas o centros a cielo abierto, y a aquellos con menos margen para hacer política de precios”, describió la CAME.
Los comercios se las “rebuscaron” para ofrecer promociones, con descuentos de entre el 40% y el 50%, resignando rentabilidad para obtener liquidez y terminar stocks que quedaban de las temporadas anteriores.
“No se notó el espíritu navideño de otros años. Para muchas familias, el regalo de esta festividad fue un viaje a la costa o hacia lugares de escapadas, lo que también resintió la venta de bienes, aunque menos la de servicios”, dijo CAME.