En ese sentido, remarcó: "No me hicieron nada, lo máximo fue que me ataron y nada más", y agregó que "tenían guantes, me decían 'no me mires la cara', me hacían revisar a mí para no tocar nada".
Dijo que nunca pensó en huir y que, al contrario, "todo el tiempo les repetía que lo último que iba a hacer era escaparme".
"Los ayudé, les decía dónde estaba cada cosa", describió.
En declaraciones a la prensa, indicó que los dos ladrones, de unos 30 años, "estaban bien vestidos" y "hablaban por celular todo el tiempo", mientras que otro cómplice permanecía "de campana" en el patio, aunque nunca llegó a verlo.
Consideró que el asalto "no fue al azar" porque "no rompieron nada para entrar", pero no quiso opinar más sobre el episodio.
"Cierro los ojos y todavía tengo el revólver en la cara", manifestó Lodi, quien fue despertada abruptamente mientras dormía la siesta.
Además, dijo que encontraron el dinero "a último momento", después de una hora de revolver las habitaciones, y que los delincuentes "querían más".
Por último, insistió: "Ahora estoy mejor pero cada vez que cierro los ojos veo el revólver en mi cara, mi psicóloga me va a tener que ayudar".
