La jueza María Paula Venere, del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo N°1 de San Isidro, revocó la medida cautelar que protegía a los carpinchos y humedales de Nordelta, dejando sin efecto las restricciones que impedían aplicar métodos de control sobre la fauna silvestre y paralizaban obras en la zona.
La resolución levanta la prohibición de aplicar castración química, inyecciones anticonceptivas u otros mecanismos de control poblacional, así como también las restricciones que impedían realizar fumigaciones o construcciones que pudieran afectar el Delta del río Paraná.
La decisión de Venere unifica la causa contra Nordelta S.A. con la demanda iniciada por vecinos del barrio, quienes sostienen que existe una “superpoblación de carpinchos” cuyo crecimiento sería exponencial y que estos animales “invaden sus jardines”.
Según el fallo, los residentes solicitaron relocalizar ejemplares, realizar vasectomías, quitarles el estatus de fauna protegida e incluso habilitar su caza, al considerar que se trata de una especie “exótica” y una “plaga no nativa”.
La medida judicial deja sin efecto la ordenanza previa del juez Guillermo Ottaviano, que establecía la suspensión inmediata de toda obra o actividad que afectara los humedales y la fauna autóctona del Delta.
Por su parte, la abogada María de las Victorias Silvano González, representante de la asociación “Callejero Casa Quiere Asociación Civil”, anunció que apelará la resolución y expresó su desacuerdo con el levantamiento de la protección. En diálogo con el medio local Qué Pasa, sostuvo que “los animales merecen ser defendidos”.

