Con una acción simple y directa, Sebastián Rovira expuso una crítica hacia las prioridades del Municipio de Tigre en plena campaña electoral.
El dirigente instaló un afiche en la vía pública con la consigna: “Ojalá taparan los baches tan rápido como van a tapar este cartel”. Acto seguido, encendió un cronómetro y esperó en el lugar. Apenas nueve minutos después, un equipo municipal llegó y cubrió el cartel.
Según Rovira, el episodio refleja el desvío de recursos municipales: “El municipio tiene un radar perfecto para la propaganda y un freno de mano para los problemas de la gente. Si pueden detectar un afiche en 9 minutos con las cámaras, pueden detectar un bache, un basural o una luminaria rota en el mismo tiempo”.
El dirigente advirtió que la tecnología de vigilancia está siendo utilizada con fines políticos y no para mejorar la gestión: “Las cámaras de seguridad tienen que estar al servicio de la seguridad y de la gestión, no de la campaña. Lo que vimos hoy es la prioridad real: tapar críticas, no tapar baches”.

