El secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, Daniel Scioli, evalúa la implementación de un programa de relocalización de carpinchos en el norte del conurbano bonaerense. El objetivo es trasladar parte de esta población a islas del Delta, preferentemente en San Fernando o Tigre, con acuerdo de los vecinos.
“Después de conversar con especialistas, nuestra idea es poner en marcha un programa de traslocación, llevarlos a un hábitat donde puedan alimentarse con pasto, relocalizarlos en una isla, que idealmente puede ser en San Fernando o en Tigre, que funcione como una especie de santuario”, afirmó Scioli, tras analizar la situación junto al subsecretario de Ambiente, Fernando Brom.
El crecimiento urbano en la zona norte del conurbano bonaerense ha modificado el hábitat de esta especie autóctona, generando una convivencia creciente entre vecinos y carpinchos, especialmente en barrios como Nordelta, en el partido de Tigre. Según estimaciones no oficiales, serían más de 3.000 ejemplares, con un ritmo de reproducción alto.
Scioli aclaró que el proceso de traslado “no será compulsivo” y que se buscará el consentimiento de la comunidad: “Entendiendo que hay personas familiarizadas con esta especie, estamos pensando en que puedan hacerle un seguimiento, vean que se los va a trasladar a un lugar mejor, y que puedan visitarlos. Este procedimiento se hará en acuerdo con las familias”.
La presencia de estos animales generó conflictos cotidianos, incluyendo accidentes de tránsito, mordeduras, transmisión de enfermedades y ataques a mascotas, según explicó el veterinario Adrián Petta, quien atiende casos en Nordelta.
El caso tomó dimensión internacional cuando el diario The New York Times publicó un artículo titulado “Una ciudad dice que sí, que se pueden tener demasiados capibaras”, firmado por Jack Nicas.
En medio de esta convivencia compleja, algunos vecinos han naturalizado la presencia de los carpinchos, mientras otros han reaccionado con actitudes hostiles. Un caso viral fue el de una joven identificada como Angie, que grabó un video en TikTok compartiendo mate y bizcochitos con un carpincho al que llamó “Flor”. En contrapartida, otros residentes colocaron cercos electrificados para ahuyentarlos, lo que generó polémica y alertas por incumplimiento de la legislación ambiental, ya que se trata de fauna silvestre protegida.
El director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo, aclaró que “no vemos que haya mayor densidad de carpinchos”. Y explicó: “Puede ser que ahora en invierno haya menos recursos alimenticios en zonas silvestres y por ello buscan zonas más urbanizadas, con recursos más apetecibles”.
El Gobierno nacional trabaja ahora en el diseño del programa de traslocación, que buscará equilibrar la protección de la fauna nativa con la seguridad y calidad de vida de los habitantes del norte bonaerense.

