Joaquín Sabina comenzó su esperada gira de despedida, "Hola y Adiós", con su primer concierto en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México (CDMX), marcando el inicio de su último recorrido por los escenarios de todo el mundo. Con más de cinco décadas de trayectoria, Sabina dice adiós a los escenarios multitudinarios, y lo hace con una serie de conciertos que incluyen paradas en Colombia, Estados Unidos, Puerto Rico, Chile y Uruguay, entre otros países.
Este emotivo adiós no es solo un repaso de su vasta discografía, sino también un homenaje a la resistencia personal y artística del maestro nacido en Úbeda, España. En este recorrido, Sabina ofrece un espectáculo único que destaca por su calidad y por la conexión profunda que tiene con su público.
El paso por Buenos Aires está más que confirmado, y los fanáticos argentinos ya cuentan los días para recibirlo. El 24 de marzo, Sabina se presentará en el Movistar Arena, donde dará 10 conciertos hasta el 18 de abril. Esta será la última oportunidad para ver al ícono de la música española en un escenario argentino. Como telonero, el cantautor Iván Noble será el encargado de calentar motores en cada una de las fechas.
Este ciclo de despedida tiene una especial carga emocional para el cantante, quien siempre consideró a Argentina una de sus segundas casas. Desde sus primeras presentaciones en el país, Sabina logró una conexión única con el público local, convirtiéndose en parte integral de la cultura musical nacional. No es casualidad que su gira final incluya una maratón de shows en Buenos Aires, la ciudad que ha sido testigo de innumerables momentos históricos de su carrera, como los memorables recitales en el Luna Park y la Bombonera.
"Hola y Adiós" será una despedida cargada de simbolismo. Sabina, quien a lo largo de su carrera recorrió el mundo con su bombín y guitarra viajera, se despedirá con un espectáculo que promete ser tan inolvidable como su legado. Durante más de dos horas, el público disfrutará de sus más grandes éxitos, como "19 días y 500 noches", "Peces de ciudad" y "Quién me ha robado el mes de abril", en lo que se anticipa como una noche de agradecimiento y emoción.
Con esta gira, Sabina pone punto final a una carrera que dejó una huella imborrable, no solo en el panorama musical de España, sino también en el de Argentina, donde sus canciones son parte de la memoria colectiva.