El cantante Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, sufrió hoy un nuevo revés judicial, luego de que el fiscal de la causa, Raúl Villalba, y el particular damnificado, representado por los abogados Leonardo Sigal y Pablo Becerra, apelaron la prisión domiciliaria otorgado al músico.
Así lo revelaron fuentes judiciales a Noticias Argentinas, ya que ambas partes tenían tiempo de hacer esta presentación, pero lo hicieron enseguida.
Por lo tanto, ahora deberá resolver la Cámara de Apelaciones, aunque se va a demorar un poco en su reasolución.
De esta manera, L-Gante seguirá preso al menos otras dos semanas, ya que desde el lunes se inicia la feria judicial y recién después empezará a evaluar la situación procesal de Valenzuela.
Por lo tanto, al menos un mes mas seguiría preso, aunque los abogados Sigal y Becerra anticiparon que en caso de que la Cámara avale la prisión domiciliaria ellos apelarán ante Casación, por lo que en ese caso continuaría detenido.
En su fallo, Villalba planteó que "el señor juez de Garantías, sin que ninguna prueba avale su criterio, refiere que quienes podrían ser los que amenazan a uno de los testigos son los fanáticos del encausado".
"Al respecto, fanáticos o si se quiere miembros de la llamada sugestivamente 'Mafilia', lo importante aquí es que como pocas veces se ha visto en los proceso penales existen circunstancias concretas que demuestran que desde el inicio la manera que tiene Valenzuela de solucionar sus conflictos es mediante la presión de quienes pueden según él perjudicarlo como a su entorno o declarar en su contra. De hecho es una modalidad que se trasluce en los propios hechos que se le imputan", remarcó el fiscal.
Y señaló: "En este proceso no hay 'presunciones de entorpecimiento procesal', lo que se han dado claramente son situaciones concretas de amenazas al testigo principal que dicho sea de paso resulta decir se ha negado a que a Valenzuela se le otorgue su libertad, precisamente por lo que ha tenido que vivenciar tras los hechos que aquí se investigan e imputan".
Por su parte, la querella remarcó en su escrito que "el beneficio a un imputado", como se plantea en la prisión domiciliaria, "redunda en un peligro o perjuicio del denunciante".
"El señor Valenzuela jamás colaboró con la investigación, ya que su celular y por la tecnología con la que cuenta resultó impenetrable para el UFED, contraseña que cualquier inocente hubiera proporcionado", indicó el particular damnificado en otro pasaje de la presentación.
Este es el único beneficio que le quedaba a L-Gante, por lo que en caso de que se lo rechacen las siguientes instancias judiciales (Apelación, Casación suprema Corte Bonaerense) deberá espera detenido el inicio del juicio.
