El estudio, publicado en la revista científica 'Aging Cell', describe cómo el estrés provoca la elevación de la presión intraocular (PIO) en el ojo y hace que el tejido de la retina sufra cambios epigenéticos y transcripcionales similares al envejecimiento natural.
Asimismo, como en el tejido retiniano joven, el estrés repetitivo induce características de envejecimiento acelerado, incluyendo la edad epigenética acelerada, consignó la agencia de noticias Europa Press.
"Nuestro trabajo subraya la importancia del diagnóstico precoz y la prevención, así como del tratamiento específico de las enfermedades relacionadas con la edad, entre ellas el glaucoma. Los cambios epigenéticos que observamos sugieren que los cambios a nivel de la cromatina se adquieren de forma acumulativa, tras varias instancias de estrés", detalló la científica que lideró el trabajo, Dorota Skowronska-Krawczyk.
El envejecimiento es un proceso universal que afecta a todas las células de un organismo, y en el ojo es un importante factor de riesgo para un grupo de neuropatías llamado glaucoma, es decir, afecciones oculares que pueden dañar al nervio óptico.
Este nuevo estudio sugiere que el impacto acumulativo de las fluctuaciones de la PIO es directamente responsable del envejecimiento del tejido y la fluctuación de la PIO a largo plazo es un fuerte predictor de la progresión del glaucoma.
Es por ello que, debido al aumento del envejecimiento de la población en todo el mundo, las estimaciones actuales indican que el número de personas con glaucoma, de entre 40 y 80 años, aumentará a más de 110 millones en 2040.