Se trata del informe que la Asesoría Pericial de San Isidro le envió a los tres fiscales de Vicente López que llevan adelante la causa, y que evaluaron a Del Río (47) en tres entrevistas que tuvieron con el imputado desde el 5 de este mes.
“Se observan indicadores de trauma y daño psicológico junto a la presencia de un blindaje defensivo de tipo esquizoide, apela a mecanismos de defensa obsesivos y maníacos, que le permiten al causante una significativa sobreadaptación y de esta manera responder a las exigencias que le presenta la realidad”, señala el primer párrafo de las conclusiones a las que accedió Télam.
En otro tramo del reporte, los profesionales señalan que “respecto a la modalidad de relación se registran en el causante vínculos simbióticos-dependiente”.
Los psicólogos oficiales explicaron que sus conclusiones surgieron a partir “de los datos obtenidos en la lectura psicológico-forense del expediente, de las entrevistas realizadas y del análisis global de las pruebas administradas”.
Por último, los peritos hacen la recomendación de volver a evaluar en una segunda oportunidad y con mayor profundidad al acusado.
“Se aconseja respetuosamente efectuar una reevaluación del Sr. Martín Santiago del Rio en un período no menor a un año, para así analizar y comparar los resultados de ambas evaluaciones y poder determinar con validez y confiabilidad aquellas variables estables que configuran los rasgos y caracteres de su personalidad”, concluye el informe.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería aguardaban recibir en los próximos días los resultados de las pericias psiquiátricas que se realizaron en otras entrevistas y con médicos especialistas en esa área, para tener un panorama más completo de la salud mental y la personalidad del imputado.
José Enrique Del Rio (75) y su esposa María Mercedes Alonso (72) aparecieron asesinados -él de tres balazos y ella de uno- el pasado 25 de agosto en el interior de su auto en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Si bien la empleada de la casa, "Nina" Aquino, fue la primera detenida como presunta "entregadora", el juez de la causa la liberó por falta de pruebas y el 7 de septiembre los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos, Martín, como supuesto autor de un doble parricidio.
En base a prueba fílmica, tecnológica y testimonial recopilada por la fiscalía, el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa dictó el 7 de este mes la prisión preventiva de Del Rio como autor de un "doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa" (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Para los fiscales el móvil fue económico y está vinculado a los desmanejos financieros del imputado con los bienes y negocios familiares y la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.
La defensa de Del Río, a cargo de la abogada Mónica Chirivin, apeló hace dos semanas la prisión preventiva de su cliente ante la Cámara de San Isidro, al cuestionar, entre otros puntos, el cambio de la data de muerte de las víctimas, la testimonial de la amante y los reconocimientos que lo identificaron como el "caminante encapuchado" que llegó y se retiró de la escena del crimen.
También pidió que su cliente sea beneficiado con una prisión domiciliaria con tobillera, por sus problemas de diabetes, hipertensión y colesterol.
A su vez, en estos días, el equipo de fiscales de Vicente López ordenó una serie de peritajes para intentar obtener evidencia científica: ADN sobre el eventual material genético que se halle bajo las uñas de las víctimas (por si alguno llegó a arañar al asesino), cotejos balísticos con las vainas y proyectiles secuestrados en la escena y las autopsias y el análisis del distinto tipo de calzado del imputado.