La información encendió las alarmas en quienes tienen al cuidado la salud de Maradona, mientras se espera un parte médico oficial que no llega desde el viernes pasado.
Este lunes por la mañana, Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, reconoció que el astro estaba "enojado" por el agónico empate que sufrió su equipo Gimnasia y Esgrima La Plata ante Vélez, por la segunda fecha de la Copa de la Liga Profesional.
"Hablé con él, está bien, estaba enojado porque le empataron a Gimnasia en una jugada tonta", reveló escuetamente Luque, a la guardia periodística que lo esperaba en la puerta de la clínica Olivos, donde Maradona permanece internado luego de haber sido operado de un hematoma subdural en la cabeza.
El doctor prometió regresar "más tarde" para brindar un parte médico más extenso sobre la salud del "Diez", de 60 años, luego de un fin de semana donde no hubo información oficial sobre su evolución.
Más temprano, quien estuvo visitando a Maradona en la clínica fue su abogado Matías Morla, que se limitó a asegurar que sigue "muy bien".
Asimismo, poco antes de las 9:00, quien ingresó al centro asistencial del norte del conurbano bonaerense fue Dalma Maradona, una de las hijas del campeón del mundo de México 1986 con la Selección argentina.
El domingo, sin ser un parte médico oficial, el doctor Luque había afirmado que Maradona "está cada día mejor" y que "es increíble la recuperación", aunque señaló que "la idea es que no se vaya" este lunes de la Clínica Olivos.
Maradona continúa internado en la Clínica Olivos donde fue intervenido de un hematoma subdural crónico en la parte izquierda de la cabeza, que le fue detectado tras una resonancia magnética.