Continuidad del Negocio
Cuando en una organización se dan una serie de situaciones adversas, no todas ellas tienen la misma capacidad de enfrentarse a la situación y lograr la recuperación, debido a las características particulares de cada organización.
La pandemia del coronavirus puso al mundo en cuarentena en los últimos meses. El COVID-19 provocó caos a nivel mundial, con crecientes restricciones de viajes y traslados, que mantienen a millones de personas aisladas en sus casas para frenar la propagación del virus. Además, hundió a las economías y desaceleró los motores del comercio y el crecimiento a niveles sin precedentes.
En algunos países comienza la desescalada. Grandes y pequeñas empresas comienzan a subir lentamente las persianas en la denominada “nueva normalidad”, un escenario que plantea muchas dudas sobre cómo adaptar el negocio, proteger a los empleados y tratar de satisfacer a las partes interesadas reabriendo los negocios.
En algunos lugares ya la gente puede salir a cenar en restaurantes, después de varias semanas de estar impedida de ello.
Después de permanecer muchos días sin actividades comerciales, los restaurantes de algunos lugares del mundo pueden abrir sus puertas, pero con un protocolo de seguridad.
Un restaurante de Ámsterdam implementó “cajas de cristal” en las mesas, con el fin de mantener la distancia entre sus clientes y mitigar las posibilidades de contagio.
Se instalaron cajas de cristal tipo invernadero para acomodar a las parejas teniendo distancia una de la otra.
Por estar situados a la orilla del dique canal, en el centro de Ámsterdam, se ofrece una vista panorámica y atardeceres con vistas inolvidables. Dicho proyecto se denomina Invernadero Separados. El personal del restaurante está tomando medidas de seguridad, como utilizar máscaras de plástico y guantes negros, mientras sirve la comida.
La idea gustó a los clientes, que ya han efectuado reservas para lo que resta de Mayo y todo Junio.
La crisis del COVID-19 incentiva, en la emergencia, la creatividad para darle continuidad a los negocios.
Resiliencia organizativa es la clave para cualquier negocio que desee prosperar en un mundo en constante cambio e incertidumbre.
El cambio climático, las crisis económicas, las tendencias de consumo y los riesgos emergentes son sólo algunos de los escollos que pueden afectar dramáticamente la forma en que una organización hace negocios y sobrevive.
La resiliencia organizacional es la capacidad de una organización de absorber y adaptarse en un entorno cambiante, para permitirle cumplir sus objetivos, sobrevivir y prosperar. Las organizaciones más resistentes pueden anticipar y responder a las amenazas y oportunidades derivadas de cambios repentinos o graduales, en su contexto interno y externo.
Mejorar la resiliencia debe ser un objetivo estratégico de la organización y es el resultado de una buena práctica comercial y de una gestión eficaz del riesgo.
Las organizaciones solo pueden ser más o menos resistentes. No existe una medida absoluta ni un objetivo definitivo.
El estándar internacional ISO 22316 Seguridad y Capacidad de Recuperación - Resiliencia Organizacional, proporciona los principios, marco y la mejor manera de cómo hacerlo.
La norma, que ha sido acordada y aprobada por expertos de todo el mundo, es una recomendación para ayudar a las organizaciones a poner a prueba el futuro de su negocio, y detalla los principios fundamentales, los atributos y las actividades a poner en práctica.
La resiliencia y la agilidad se están volviendo fundamentales a medida que las organizaciones enfrentan cada vez más desafíos y riesgos emergentes.
Tener la capacidad de recuperarse tras sufrir algún contratiempo es clave para superar con éxito los obstáculos que, a lo largo del tiempo, toda empresa puede encontrar, y fortalecer así su capacidad de adaptarse a los continuos cambios del mercado.
Jacinto Santiago Gonzalez, PECB Certified Trainer & Executive Coach. Governance, Business Continuity, Risk Manager, and Compliance.
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