La joven, llamada Milagros, permanecía internada en terapia intensiva en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, de ese distrito situado a unos 40 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires.
Según contó un familiar de la chica, un joven llamado Brian, poco después de las 12:00 y el brindis navideño, Milagros “se desvaneció y pensaron (sus allegados) que era un desmayo. La llevaron al hospital y les dijeron que la bala estaba en un lugar muy complicado y que no se podía hacer nada”.
Brian se quejó porque en el hospital tuvieron a la chica herida desde la madrugada hasta la tarde en la parte de guardia por falta de camas, siempre asistida con respirador artificial.