De esta forma, los habituales usuarios de esta línea -que en sus distintos ramales comunica los municipios de Tigre, Escobar y San Isidro con el barrio porteño de Barracas- deberán valerse de otros medios de transporte para llegar a sus lugares de trabajo o de estudio.
“A pocos días de perder las elecciones, el gobierno de Cambiemos benefició al grupo DOTA con una readecuación empresaria. La misma supone un alto riesgo en los puestos de trabajo y un retroceso en las condiciones laborales”, advirtieron en un comunicado los choferes de la Línea 60.
Según explicaron los delegados, “pese a no contar con las condiciones mínimas para realizar dicha adecuación, la empresa comenzó a ejecutarla el domingo 1 de diciembre, observándose que ni siquiera la cumplen como lo tienen estipulado”.
“Además, a los usuarios les incrementa los tiempos de viaje por la quita de ramales y obliga a abonar dos boletos para realizar los mismos trayectos”, agregaron.
E insistieron: “Continuaremos en estado de asamblea permanente y no descartamos futuras medidas de fuerza hasta que se restablezca el servicio normal y habitual de la Línea 60”.