El titular de una comisaría de la zona había advertido por la red social Facebook que un usuario ofrecía armas de fuego y ostentaba sus vínculos con una funcionaria judicial.
Así, el jefe policial inició una pesquisa y con el aval de los fiscales José Amallo y Alejandro Musso, se realizaron allanamientos y detenciones.
En la investigación se logró determinar que además de 14 pistolas y revólveres vendidos, también habían comercializado relojes de alta gama secuestrados a bandas desbaratadas y depositados en sede judicial.