En una partida de Fornite, el jugador dirige a un personaje en una isla en la que afronta a los demás y el ganador es el último superviviente.
A medida que avanza la partida, el perímetro de juego se va reduciendo para acelerar el desenlace.
Cada jugador pueden encontrar en la isla armas y material de construcción que le permite levantar estructuras para protegerse ante los ataques de los otros competidores.
La final en solitario, prueba reina de la competición, cerró el primer Mundial del videojuego editado por la compañía estadounidense Epic Games, que distribuyó 30 millones de dólares en premios en tres días.
El chico argentino, que es oriundo de la localidad bonaerense de Tigre y participó con el equipo de esports 9z, formó parte por primera vez de esta clase de torneo presencial con la edad mínima para competir.
Para llegar al evento, en diez semanas de competencia, King se midió contra jugadores de todas las edades del continente.