El escándalo llevó a varias marcas a retirar sus anuncios de la plataforma de vídeos.
Según el bloguero que reveló el caso, algunos usuarios se sirven de los comentarios bajo vídeos de niños para identificar y transmitir contenidos, a veces abiertamente pedófilos, logrando superar los controles de YouTube.
"En los próximos meses, vamos a ampliar nuestra acción suspendiendo los comentarios de vídeos que muestran a los más pequeños y a niños de mayor edad, que pueden atraer los comportamientos depredadores", indicó la empresa estadounidense.
Un pequeño número de creadores de vídeos con menores tendrá autorización para mantener abiertos los comentarios, pero deberá vigilar sus contenidos con cuidado y utilizar herramientas tecnológicas elaboradas por YouTube, entre ellas un programa que permite localizar y suprimir más eficazmente los comentarios que infringen las condiciones de uso de la plataforma. AFP-NA