Los datos surgen de la última Encuesta Mensual Industrial que realiza la CAME de manera periódica a unas 300 industrias pymes de diferentes zonas de la Argentina.
El estudio muestra que sólo un tercio de los empresarios trabajan con rentabilidad, aunque el 41,2% de los establecimientos consultados mostraron un leve crecimiento.
Más de la mitad de los encuestados creen que recién en el segundo semestre del año próximo comenzará a reactivarse la economía del país.
Si se lo compara con octubre, la actividad del sector marcó un aumento de 1,6%, aunque durante los 11 que pasaron del 2018 acumuló un retroceso de 2,2 por ciento frente a igual periodo de 2017.
Las bajas más acentuadas en noviembre se dieron en calzado y marroquinería; productos de metal, maquinaria y equipo; productos de madera y muebles; papel, cartón, edición e impresión; productos químicos y productos textiles.
“La devaluación sólo nos benefició parcialmente porque tenemos muchos costos en dólares y hemos tenido que modificar varias veces el precio de venta en el transcurso del año”, indicó Luis Lewin, vicepresidente de la Cámara Argentina de la Máquina Herramienta y Tecnologías para la Producción (CARMAHE).
Para algunos subsectores vinculados a la vivienda, como las Pymes dedicadas a la fabricación de mesadas de cocinas y muebles, noviembre fue uno de los peores meses del año.
Además, el uso de la capacidad instalada volvió a bajar levemente, a 56,5%, que para la CAME representan “niveles muy bajos pero consistentes con la caída sistemática y profunda en la actividad”.