En un comunicado, el dirigente alertó que la decisión de “muchas pymes” de operar parte de su producción por fuera de la formalidad, “genera importantes pérdidas al Fisco y pone en condición de debilidad competitiva a las empresas registradas, que diariamente se enfrentan a pagar todas obligaciones porque son parte de un sistema”.
Para Rosato, la informalidad es consecuencia de “los problemas que provocó la crisis a partir de la recesión, con un achicamiento letal del consumo interno, los mayores costos fijos por subas de los precios energéticos y una devaluación que distorsionó el mercado de insumos”.
“La falta de financiamiento y la fuerte presión impositiva se conjugaron para llevar a las pymes a una decisión dolorosa: informalizarse”, señaló.
Rosato explicó: “Nadie que llegó a una situación de reconocimiento dentro del círculo virtuoso de la economía quiere abandonar esa situación. Pero la única forma de evitar aumentos y poder recomprar insumos sin la incertidumbre de los precios es con dinero en efectivo, porque los bancos se quedan con los mínimos márgenes de rentabilidad con el que se opera en la actualidad”.
Advirtió que “los mecanismos de la política económica obligan y potencian el mercado en negro”.
“Como las tasas de interés son altas, y el cambio de cheques es costoso, productores y comerciantes se van del mercado formal para operar todo en efectivo por la pérdida de competitividad que se genera en el sector de las finanzas”, indicó.
Un cálculo que realizó el IPA reflejó que la informalidad beneficia al productor con una reducción promedio del 20% en los precios de sus productos.