Llamó la atención que la camioneta de esa firma no estaba ploteada, cuando las otras veces que había ingresado a ese barrio cerrado sí lo tenía.
Asimismo, las tareas realizadas fueron muy desprolijas y partieron diciendo que estaba todo bien, según informó el portal Clarin.com.
Posteriormente, ya entrada la noche, un Renault Clío negro estacionó en la entrada del barrio cerrado y enseguida se bajaron dos delincuentes armados que redujeron a los guardias, se cambiaron con sus uniformes para no levantar sospechas y les abrieron el portón a dos cómplices.
Ya adentro del country, los asaltantes fueron directamente al lote 71 B, donde seguían los cortes de luz.
Los delincuentes ingresaron a la casa en cuestión, donde estaba el matrimonio que alquila la vivienda, junto a sus dos hijos y un amigo de ellos, los ataron, los golpearon e incluso les gatillaron en la cabeza a los menores.
La familia entregó el dinero que el dinero que tenía y los ladrones escaparon del country junto a sus cómplices momentos antes de que llegara la Policía, ya alertada por un llamado al 911 de un vecino que cuando quiso entrar al barrio cerrado se dio cuenta que los de la puerta no eran los vigiladores de todos los días.
Este country posee una dimensión de 10 hectáreas y cuenta con 126 viviendas, de las cuales 60 son de habitación permanente, mientras que las restantes son de fin de semana.
Además, posee perímetro de alambre romboidal de 2 metros de altura, careciendo de sensores de movimiento, y solo posee tres cámaras en el portón de ingreso, no así en todo el resto del citado cerco.
La investigación quedó a cargo de la Jefatura Departamental Pilar, que pidió la grabación de las cámaras de seguridad ubicadas en el portón de ingreso al barrio.
Interviene en el hecho el titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 4 de Pilar, a cargo de Jorge Nocetti.