Álvarez dijo que “cualquier animal haría lo mismo”, al justificar el asesinato de Díaz.
“(Lo maté) porque si no me iba a matar él”, señaló el líder de la banda “Viejas Locas”, quien arribó acompañado por su abogado, Sebastián Qeuijeiro, a la sede policial.
También sostuvo que con Díaz no eran “amigos” y que la víctima “era un pibe que choreaba”.
Álvarez fue acusado por varios testigos de matar con una pistola calibre 7.35 a Díaz, de 36 años, en el complejo habitacional Samoré, de Villa Lugano.
Trascendió que la víctima vivía en el Gran Buenos Aires, pero tenía parientes en esa zona de Villa Lugano.
Álvarez estuvo prófugo durante un día, hasta que se entregó a la Policía a las 7:00 de la mañana de este viernes.
Según informaron fuentes policiales, Álvarez, que cuenta con una serie de escándalos y antecedentes policiales en el marco de su adicción a las drogas, tras presuntamente asesinar a Díaz, escapó en un auto en dirección a la autopista Dellepiane.
La Policía encontró luego el vehículo del músico, un Volkswagen Polo verde de patente DQP 320, abandonado en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, partido de La Matanza.
El rodado fue hallado por los efectivos durante la tarde de del jueves estacionado sobre la calle Vicente Casares al 725, a pocas cuadras del boliche Pinar de Rocha.
Según las cámaras del lugar, el cantante habría entrado al local bailable junto a unos acompañantes, luego de haber tirado un arma por la alcantarilla de camino.
La Policía de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires buscó al músico de rock por la zona, aunque no pudo dar con su paradero, hasta que esta mañana se entregó.