Asimismo, la petrolera llegó el litro del diesel 500 (el gasoil más barato del mercado) hasta los 22,06 pesos y la versión premium, denominada infinia diesel, alcanzó los 25,70 pesos en la Capital Federal.
Esta suba, que había sido anticipada ayer por la agencia NA, era esperada por los dueños de estaciones de servicio que comercializan la marca dado que se preveía el mismo camino que tomaron Shell y Axion.
Si bien el dólar está estancado en torno a los 20,50 pesos, los combustibles volvieron a aumentar este mes debido a una pequeña suba del precio internacional del crudo y al alza del bioetanol - con el que se cortan las naftas al 12%- que autorizó el Gobierno.
El nuevo ajuste de YPF se quedó corto respecto de lo que esperaban los estacioneros agrupados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
Según había expresado a NA el presidente de esa entidad, Carlos Gold, el incremento esperado estaba en torno a los 5 o 6 puntos porcentuales, dado que los estacioneros también deben recuperar al menos una parte del margen de ganancia tras la erosión que les está generando los aumentos de los costos operativos.
El Banco Central comunicó el martes que el nivel "relativamente elevado" del tipo de cambio real y la propia acción de la entidad llevan a no prever, en los próximos meses, depreciaciones significativas del peso.
Por ello, esa variable estaría descartada al menos por los próximos meses -podría ser hasta julio- como generadora de un nuevo incremento en los precios de los combustibles: todo dependerá del valor internacional del crudo y los biocombustibles.
El ajuste del 3% que aplicó YPF este miércoles golpeó con mayor fuerza a los consumidores del interior del país: por ejemplo en la ciudad cordobesa de Marcos Juárez el litro de nafta infinia llegó a 31,99 pesos y el de súper se ubicó en 28,58 pesos.