Chile es uno de los 30 países que tendrá mayor riesgo hídrico en el mundo en 2025. Sólo en 2015, estuvo entre los 10 con mayor gasto asociado a desastres, con 3.100 millones de dólares, de los que más del 45% se destinaron a cubrir situaciones de escasez de agua.
Actualmente, la brecha del agua, es decir, los recursos disponibles (en ríos, aguas subterráneas y la almacenada en el suelo o la vegetación) menos lo que se consume es de 82,6 m3/segundo, pero de proseguir la tendencia actual será de 149 m3/s en 2030, alerta el informe.
De las 101 cuencas existentes en el país solo 25 contaban con datos suficientes y comparables, señalan los autores. De estos ríos, nueve están sometidos a tal estrés que se consume el 40% o más del agua disponible.
Los ríos de la zona norte, como San José, Loa, Socompa, Salado, Los Choros o Quilimarí, bajan prácticamente secos, con cantidades de agua situadas en torno a 0,01 y 1 m3 /segundo, que contrasta con los 3.480 m3 /s de los ríos en las regiones de Aysén y Magallanes, en el sur.
En ríos como Los Choros (Coquimbo, norte) o La Ligua (Valparaíso) la magnitud de la brecha es de 824% y de 129%, respectivamente. Esto supone que el consumo ha agotado las cuencas y se están secando las napas subterráneas.
Sin embargo, en zonas como la región de Antofagasta no hay información respecto de la disponibilidad del recurso subterráneo.
De seguir el aumento de temperaturas y la falta de precipitaciones que sufre el país, parece imposible que los sectores agrícola y energético puedan sostener la actual producción, en particular las producciones localizadas en torno a los cauces de los ríos Los Choros, la Ligua, Limarí, Petorca y San José, advierte el documento.
Para el sector hidroeléctrico, las cuencas más vulnerables son las de los ríos Maule y Biobío, en el centro-sur del país, agrega. AFP/NA