En lo que va del año, el dólar acumuló un incremento de 8,3 por ciento ante un mercado en el que hay una persistente corriente compradora.
La autoridad monetaria retomó la participación en el mercado de cambios la semana pasada luego de mantenerse al margen de las operaciones desde agosto último.
En las últimas jornadas, así, perdió reservas por más de USD 500 millones.
El Banco Central argumentó que intervino para “sostener el valor de la moneda, en la convicción de que, en las condiciones actuales, una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de su política monetaria”.
En ese sentido, advirtió que “de no evitarse, tendría el potencial de ralentizar el proceso de desinflación”.
Consideró que “las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el Banco Central indican que la inflación de febrero mostrará un alza respecto del valor registrado en enero”.
Sin embargo, confió: “Esa aceleración de precios es temporaria” y estimó que una vez “completadas buena parte de las correcciones tarifarias y apaciguada la dinámica cambiaria local, la inflación consolidará su tendencia a la baja”.
Tal como sucedió a lo largo de febrero, decidió mantener su tasa de política monetaria, el centro del corredor de pases a 7 días, en 27,25%