“Este es un proceso muy sano, porque bajamos la inflación sin reprimir precios ni tipo de cambio, que es algo que se hacía en el país para bajar la inflación rápidamente, con programas que después terminaban explotando”, enfatizó Dujovne.
En declaraciones radiales, el jefe del Palacio de Hacienda estimó que “dentro de pocos años, vamos a tener una inflación similar a la de nuestros vecinos”.
Además, resaltó que “la Argentina se está ordenando en materia económica y va a crecer por segundo año consecutivo. Es un crecimiento sano y perdurable, porque está liderado por la inversión. Y este año vamos a ver un crecimiento muy interesante de las exportaciones”.
A su criterio, “hay una revolución silenciosa de la macroeconomía y se empieza a armar un círculo virtuoso, con metas fiscales que nos llevan al equilibrio, inflación que está bajando y una economía que se integra al mundo”.
“Nosotros queremmos ir bajando el nivel de indexación de la economía”, añadió.
El funcionario subrayó, también, que “nuestro mercado de capitales está creciendo entre 20 y 25% anual en dólares, por lo cual cada vez es más grande la cantidad de deuda que podemos tomar localmente. Ese proceso converge a una Argentina que ya el año próximo, dependerá muy poco de los mercados internacionales”.
Con relación a las paritarias, insistió: “hay libertad para negociar salarios”.
Por otra parte, Dujovne cuestionó la movilización que el Sindicato de Camioneros realizará el 22 de febrero. .
Para el ministro, “la mayor parte del transporte de carga en la Argentina se hace por camión y el gremio es muy inflexible en sus condiciones laborales”.
“Necesitamos revivir el Belgrano Cargas, también el tren que va a sacar la producción de Vaca Muerta al Atlántico. Y que la producción de Tierra del Fuego vuelva a circular por mar. Por eso, hace falta un diálogo civilizado y no extorsivo”, advirtió.
Y añadió: “parte del proceso de normalización macroeconómica también es normalizar el costo de la logística en el país, que es algo que se traslada a una rebaja de costos generalizada”.
Pero sostuvo que “hay sectores de la vieja Argentina que se resisten al cambio”.
