“Chile tenía que dar este paso decidido para proteger y preservar nuestra biodiversidad, los paisajes únicos, el hábitat al que están asociadas especies nacionales en peligro como el alerce, el huemul (ciervo endémico) y el zorro culpeo”, afirmó Bachelet tras firmar el decreto en la comuna de Cochrane, en la región de Aysén, a unos 1.600 km al sur de Santiago.
La creación de esta red significa un aumento del 38,5% de la superficie de parques nacionales y un 81,1% del total de áreas protegidas en Chile.
La red de parques también potenciará el turismo en la Patagonia, la región chilena más visitada por turistas y donde se encuentra un importante porcentaje de las áreas protegidas del país.
Se estima que estas zonas bajo resguardo han sido visitadas por más de 10 millones de turistas en los últimos cuatro años, según datos oficiales.
“El 78% de los turistas de larga distancia consideran que la naturaleza es su principal motivación para visitar Chile”, afirmó Bachelet.
Unas 400.000 hectáreas que son parte de esta red fueron entregadas al estado chileno por el fallecido filántropo y empresario estadounidense Douglas Tompkins, que vivió desde la década de los noventa en la Patagonia junto a su esposa Kristine, quien estuvo junto a la presidenta Bachelet durante la presentación de los parques.
Douglas Tompkins murió en un accidente de kayak en un lago en diciembre de 2015. Antes de fallecer, se había comprometido a entregar al estado chileno tierras que había adquirido durante sus más de 20 años de vida en el país. AFP-NA