Al ingresar al domicilio, se encontró a M.P.B., de 94 años, encerrada en una habitación en estado de abandono, y se detuvo a las tres personas que se encontraban en la propiedad: Dionisia Cauto González, de 68 años, quien aparentemente era la cuidadora de la mujer; Javier Celestino Ramírez, de 37 años, y María del Carmen Suárez, de 25 años.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que González habría realizado hace un tiempo los trámites como apoderada para percibir los beneficios previsionales (jubilación y pensión) de M.P.B a la vez que se encontraba tramitando un poder para disponer de la propiedad.
Tras el allanamiento, la mujer fue trasladada a un centro asistencia en Vicente López y el caso continúa siendo investigado por la DDI de San Isidro y Vicente López, además de la UFI a cargo de Martín Gómez
Si bien no hay estadísticas nacionales, en la Ciudad de Buenos Aires -que lleva un registro de casos de abuso y maltrato a personas mayores- las últimas estimaciones oficiales arrojaron que 24,8 por ciento de las denuncias recibidas fueron por violencia psicológica, seguidas por las de violencia física con 14,4 por ciento; negligencia con 12,8 por ciento; y abandono de persona con 7,2 por ciento.
Sin embargo, el secretario de Tercera Edad porteño, Claudio Romero, explicó a Télam que "si bien el abuso financiero o patrimonial aparece a primera vista en un 3,2 por ciento de los casos, cuando uno indaga el resto de las historias que ingresan como maltrato físico o psicológico, la cuestión 'económica' está presente en la mayoría de los casos".
Al menos tres de los reclamos que llegan por día al programa Proteger (de la Secretaría de Tercera Edad porteña) corresponden a formas de violencia grave; en el 70,4 por ciento de los casos la víctima es mujer y en el 90 por ciento los agresores son familiares directos.