Entre ellas figuran los prolongados plazos para el cobro de la mercadería vendida, que podrían superar los 120 días, exigencias de cantidades y devolución por vencimientos, entre otras.
Se sospecha que ese tipo de condicionamientos para vender en las grandes superficies podrían impedir el ingreso de la oferta de pequeños empresas alimenticias, que "no tienen espalda" para soportar cumplir con todos los requerimientos, indicaron las fuentes.
En Comercio informaron que la investigación de la CNDC no se fijará en los precios de los productos que se ofrecen en los supermercados, ya que entienden que en ese sector no hay fenómenos de cartelización.