En 2005 se registraron varios huracanes severos en América del Norte. En particular "Katrina" fue devastador: dejó al menos 1.800 muertos y daños materiales por 80.000 millones de dólares.
Sin embargo, 2011 superó los resultados de 2005, ante todo por el terremoto y tsunami que afectó el este de Japón, pero también por el sismo en Nueva Zelanda y las inundaciones en Asia.
"El mensaje de este desarrollo es que hay cada vez mayores pérdidas económicas", dijo la funcionaria sueca. "A nivel global, la cantidad de muertos, al menos en comparación con catástrofes graves, hasta se está reduciendo. Pero las consecuencias económicas siguen siendo una importante amenaza para una serie de países".
Wahlström señaló que la mitad de la población mundial vive bajo riesgo de ser afectado por una catástrofe natural. (Télam).