Para el funcionario, "es un acto de equidad que aquellos distritos que pueden aumentar lo que perciben por el alumbrado público reciban menos subsidios del Estado nacional".
De todos modos, el ministro expresó que el "objetivo no es perjudicar a nadie sino acompañar a los que hacen esfuerzos por mantener tasas a valores populares, como es la aspiración del Gobierno nacional".
Por ese motivo, el Gobierno nacional se compromete a analizar "caso por caso" antes de decidir si recorta o no los subsidios al gas, agua y energía eléctrica, indicó De Vido, en un comunicado divulgado este viernes en la página de internet del Ministerio a su cargo.
Esta semana, el funcionario les había advertido también a las empresas distribuidoras de electricidad del interior del país que si aumentaban sus tarifas, el Gobierno les iba a recortar los subsidios en la misma proporción.
De Vido se expresó en estos términos al inaugurar la central térmica Ensenada de Barragán y ahora extendió a los municipios el mismo criterio.
El ministro reaccionó de este modo después de que se conociera que el ABL había subido hasta 150 por ciento en algunas comunas de la provincia de Buenos Aires, como sucedió con la tasa rural en el partido de Olavarría.
Los aumentos impactaron en el bolsillo de los contribuyentes en numerosos distritos del Gran Buenos Aires, con promedios del 25 por ciento en San Isidro, San Fernando, San Miguel, San Martín y Lomas de Zamora; del 40 al 45% en Lanús y Berisso; y del 50% en Esteban Echeverría o Quilmes.
En Berazategui, en tanto, el ABL subió 30 por ciento para el casco urbano y 50% para countries y barrios cerrados, mientras que en Almirante Brown se registraron picos de aumentos de hasta 103 por ciento.
Por último, en la capital bonaerense, La Plata, la nueva tasa de Servicio Urbano Municipal (SUM), establecida sobre la base de la valuación fiscal de la Provincia, registró un incremento del orden del 200 por ciento para las viviendas y de hasta 500% para terrenos baldíos, según reportes periodísticos.
