El fiscal Marcelo Tavolaro, a cargo de la investigación, tomó en cuenta este reconocimiento como un elemento contra Gómez, pese a que el joven ya se encuentra detenido y con prisión preventiva por este caso.
Precisamente, el abogado Rodrigo González, defensor de Gómez, aseguró a DyN que "este reconocimiento no prueba nada" y aseguró que le genera muchas sospechas la veracidad del testimonio.
"Creo que este testigo está 'plantado' por los investigadores -sostuvo el abogado-. Es un remisero que aseguró dos meses después del crimen de Candela que había visto a una persona que se parecía a Fabián cerca de la reja de la calle Kiernan".
Según precisó, el testigo aseguró que en un momento del período en que estuvo desaparecida Candela "levantó la vista, vio a una persona cerca de la reja que le llamó la atención, agachó la vista y esa persona ya no estaba más".
"Ahora después de seis meses esperando, se acuerda de que esa persona es Fabián. Venimos pidiendo desde el primer día que se haga este reconocimiento y recién se hizo ahora", afirmó el abogado.
Pero además el defensor sostuvo que aún están esperando los resultados de la pericia de voz sobre las llamadas extorsivas que recibió la familia de Candela y que, según el fiscal Tavolaro, realizó el propio Gómez.
"El fiscal dijo que la llamada la hizo Fabián sin ningún tipo de pericia. Fabián tuvo que hacer una huelga de hambre para que se hiciera este estudio de comparación de voces y todavía no tenemos los resultados", aseguró González a DyN.
Candela Rodríguez, de 11 años, fue secuestrada el 22 de agosto pasado cuando esperaba a unas amigas en la esquina de su casa; los investigadores creen que se encontró con un conocido que la convenció para irse con él bajo la promesa de ver a su padre, detenido desde hace un año y medio por piratería del asfalto.
Según esa teoría, la menor estuvo bien cuidada y retenida en varias viviendas, pero el lunes por la noche fue asesinada por asfixia por razones que aún no están claras.
Una de las sospechas es que pudo haber sido sometida sexualmente y que, en ese marco, la asfixiaron, pero otras señalan que fue asesinada voluntariamente porque la nena conocía a sus secuestradores.
Por el caso están presos Héctor "El Topo" Moreyra, señalado como autor intelectual del secuestro para concretar una venganza contra el padre de Candela, y Héctor Bermúdez, considerado el autor material del crimen en base a la declaración de un testigo de identidad reservada que dijo "a Hugo se le fue la mano".
También están con prisión preventiva Néstor Altamirano y Gladys Cabrera, señalados como los dueños de las casas donde estuvo retenida Candela.
La lista se completa con Fabián Gómez, Guillermo López y Alberto Espíndola, sospechados de haber tenido participación en la logística que necesitó el secuestro y cautiverio de la nena, y con Leo Jara, quien -según testimonios- se habría hecho el "noviecito" de la nena para engañarla y saber del patrimonio de su familia.
