Los hinchas visitantes rompieron el alambrado perimetral e ingresaron al campo de juego a increpar a los futbolistas del equipo que con este resultado, de momento, está perdiendo la categoría por primera vez en su riquísima historia.
Ante el asombro de todos, los violentos empujaron al paraguayo Adalberto Román y le arrojaron un puntapié a Carlos Arano.
El juego se reanudó porque la Policía le garantizó al árbitro Néstor Pitana que tenía controlada la situación.
El desquite y decisivo cotejo se realizará el domingo a las 15 en el Monumental, a menos que los organismos de seguridad apliquen alguna sanción que altere lo programado inicialmente.
River necesitará imperiosamente imponerse por dos goles de diferencia para conservar su plaza en la división mayor. Cualquier resultado inferior lo condenará al descenso por primera vez en su historia.

