“Cuando el inicio del consumo se sitúa en la pubertad - continuó Claudio IZAGUIRRE - el incremento de adquirir enfermedades mentales aumenta exponencialmente, a pesar que las autoridades nacionales evitan relacionar el creciente aumento de suicidios en adolescentes, con el consumo de la marihuana.”
“La tarea preventiva respecto de los daños producidos por el consumo de marihuana a mediano y largo plazo - advirtió IZAGUIRRE - no son aún un tema de agenda en las preocupaciones de los niveles mas altos de la política nacional; sin embargo los daños cada vez son más visibles y van desde la altísima deserción escolar hasta el suicidio. En los lugares más alejados de los centros urbanos, el adolescentes cuenta con una enorme oferta de drogas y sin posibilidad alguna de atención médica, lo que no solo lo pone en un lugar de severo riesgo, sino que lo condena a muerte.”