Un concierto donde Rot hizo un repaso de toda su carrera pasando por sus recientes discos en solitario, desembarcando en los grupos al los que perteneció: Los Rodríguez y Tequila. Hasta se dio el gusto de abrir el baúl de los recuerdos y volver a lucir una versión exquisita de “Debajo del puente”, que pertenece al primer disco que edito en la temprana década del 80.
La noche se disparó con la canción dedicada a Frank Sintra, “Lo siento, Frank” para continuar con “Hasta perder la cuenta” y el rock taurino donde le canta a glorias pasadas y que hay que salir al ruedo con la frente en alto a pesar de las circunstancias en “Ahora piden tu cabeza”.
Luego del “2 de corazones” llegó la dedicatoria a las chicas malas y a los colegas más bravos para recordar el pasado con nostalgia y alegría en “El mundo de ayer”, para inmediatamente darle potencia y subir más la apuesta con “Hoja de ruta”, ante un público que se entregó desde el primer acorde que Rot y su banda, integrada por Osvi Grecco en guitarra, Tito Dávila en teclados, Antonio Jurado en batería y José Hernández en bajo, dispararon.
El desembarco Rodríguez lo hizo con “La milonga del marinero y el capitán”, “Me estás atrapando otra vez” y a una sola voz con la gente en “Dulce condena”, acompañado después por “Geishas en Madrid” y el exquisito instrumental “Confesiones de un comedor de pizza” donde Rot pone a relucir su magistral dominio y despliegue con la guitarra.
Su presentación en Argentina fue en el marco de la gira Rock Ñ que organiza la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España que desde 2001 busca promover sus autores de rock por toda Hispanoamérica.
“Me voy atrever a cantar un tango”, se confesó y junto a Grecco y Dávila hicieron una versión rockquera, tanguera y arrabalera de “Mucho Mejor”. En seguida, presentó a “mi compadre, amigo y cuñado” Fito Páez, quien recibido con un gran ovación, para hacer a dúo “Felicidad” y “El vals de los recuerdos”.
Tequila también tuvo su momento con una interpretación blusera de “El rock and en la plaza del pueblo” para disparar los corazones de los espectadores con el meadly “Necesito un trago”, “El ahorcado” y “Mr. Jones”. Continuó con “Vicios caros” y “Cenizas en el aire” para nuevamente sacudir las cabezas con un giño a las perlas del rock argentino con “Tengo 40 millones” de Moris y “Boggie de Claudio”, del ex Manal, Claudio Gabis y, el “Baile de ilusiones” para un cierre de una noche superlativa en este regreso de Rot a los escenarios porteños.
Pero la gente quería más, y Ariel concedió el pedido y junto a Fito Páez y con el público abalanzado hacia el escenario finalizaron con el listón bien arriba tal como empezó la noche con “Mucho mejor” y el “Canal 69” para estallar en una ovación de pie y a más no aplaudir a un músico que se convirtió en culto, que retornó a su Buenos Aires seduciendo con un rock and roll reo, aristocrático, sutil, de alto vuelo y sobre todo elegante.
Luis Viviant
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