La Justicia de San Isidro solicitó la elevación a juicio oral de la causa que investiga el intento de asalto a la sucursal del Banco Macro, ubicada en Chacabuco 444, mediante la construcción de un túnel subterráneo.
El hecho ocurrió el 6 de agosto de 2024 y tiene como principales imputados a Alan Daniel Lorenzo Rodríguez, Nicolás Ignacio Carpani Romero, César Leonardo Cazenave Peña, Carlos Cazenave Peña y Alejandro Israel Rosendo López, quienes fueron detenidos luego de que se encontrara una varilla metálica en medio de la calle, que reveló la existencia del pasadizo hacia la entidad financiera.
Los cinco hombres están acusados de “robo agravado por su comisión en lugar poblado y en banda, en grado de tentativa, en concurso ideal con daño calificado, en concurso real con falsificación de documento y uso de documento falso”, según consta en el expediente difundido por la agencia Noticias Argentinas.
La investigación determinó que los sospechosos se comunicaron con la inmobiliaria Organización Acassuso para alquilar un inmueble cercano, ubicado en Chacabuco 543, desde donde se excavó el túnel. Para cerrar el contrato, presentaron documentación apócrifa, incluyendo imágenes adulteradas y una fecha de nacimiento falsificada, correspondiente a quien figuraba como financista del alquiler, Giovanni Rossi, y al titular del documento, Daniel Osvaldo Navarro.
Este mismo procedimiento se utilizó para solicitar ante Edenor el servicio eléctrico, lo que les permitió justificar el elevado consumo de energía generado por las actividades de excavación, sin despertar sospechas. El suministro fue registrado también a nombre de Navarro.
La maniobra, según los fiscales, comenzó en febrero de 2024, con el alquiler de un local comercial ubicado en Ituzaingó 341, en la misma manzana que el banco y frente a los Tribunales de San Isidro, donde años atrás funcionaba el bar Habeas Corpus.
Además, el expediente judicial indica que hay otros siete sospechosos prófugos. Parte de las pruebas reunidas incluye un video captado por cámaras de seguridad, donde se ve el túnel con paredes revestidas en madera e iluminación instalada en su interior.
El pasadizo se originaba en un depósito cercano a la sucursal, donde los investigadores encontraron una “oficina” clandestina con planos del banco y apuntes sobre el funcionamiento del sistema de alarmas, lo que revela el grado de planificación de la banda.
La causa deberá ahora ser asignada por sorteo a un tribunal oral que fijará la fecha de inicio del debate, donde se determinarán las responsabilidades de los imputados.