Macri resaltó que esta decisión apunta a “aliviar la carga fiscal” de las pymes, y según lo dispuesto, ningún empleador pagará impuestos por un trabajador que cobre hasta 17.509,20 pesos a partir del primero de marzo próximo.
Este beneficio tendrá efectos para las contribuciones patronales que se devenguen a partir del 1 de marzo de 2019 y hasta el 31 de diciembre de 2021, ambas fechas inclusive, de acuerdo con el decreto.
La reducción gradual de contribuciones patronales forma parte de la reforma fiscal de 2017, pero el Gobierno decidió adelantar las fechas.
La escala se había reformado el primero de enero pasado para los sectores del calzado, textil y cueros y ahora se amplió a 19.500 empresas de economías regionales de 44 sectores productivos.
El Poder Ejecutivo justificó esta decisión al señalar que su “objetivo prioritario” es “establecer las bases para el crecimiento sostenido, la competitividad y el aumento del empleo, para lo cual se deben impulsar medidas que reduzcan la informalidad laboral y disminuyan la presión sobre la nómina salarial”.
En ese sentido, señaló que “ciertas actividades comprendidas en el sector primario agrícola y algunas incluidas en el sector industrial, se encuentran atravesando una situación económica financiera crítica, que obstaculiza el debido cumplimiento de las obligaciones impositivas y de la seguridad social”.
Por último, “invitó” al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a las provincias a “promover una rebaja de los tributos que graven a los sectores beneficiados por la presente medida”