La muestra determinó que el 68,9% de los encuestados está en desacuerdo con que la final se juegue fuera del país, en tanto que el 22,7% apoya la decisión y el 8,4% no sabe.
Tras los incidentes en los alrededores del Monumental, donde el micro que trasladaba a los jugadores de Boca fue apedreado, los consultados sí se mostraron de acuerdo con que la final de la Copa Libertadores no tuviera lugar en el estadio de River Plate.
Así se expresó el 62,5% de los participantes de la encuesta, en tanto que el 27,5% consideró que debía jugarse en Núñez, mientras que el 10% no sabía.
En cuanto a las responsabilidades por los incidentes que derivaron en la suspensión del partido, el 51,9% de los encuestados señaló que fue culpa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En segundo lugar apuntaron al club River Plate (44,2%), al gobierno nacional (16,1%) y a Boca Juniors (2,8%).
Además, el 90,1% de los participantes evaluó como positiva la renuncia del ministro de Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, que dejó la administración de Horacio Rodríguez Larreta poco después de los incidentes.
Al ser consultados sobre si creen que el Gobierno puede terminar con la violencia en el fútbol, el 75,4% respondió que no, el 11,8% que sí y el resto dijo no saber.
La encuesta se realizó en todo el país en base a 950 entrevista mediante la técnica IVR, sobre una muestra representativa de la población, tomando en cuenta la distribución de los habitantes y la estructura social del área, considerando además las cuotas de edad y sexo.