Además de Giordano, el conjunto albiceleste estuvo compuesto por Juan Esteban de la Fuente, Juan Santiago Hierrezuelo y Fausto Ruesga, que es el único deportista argentino que se colgará dos medallas doradas en el pecho en un mismo Juego Olímpico, ya que también triunfó en el torneo de volcadas.
"Es inexplicable lo que se siente en este ámbito, con toda la gente a favor, no se vive todos los días, estamos disfrutando al máximo y no tengo más nada para decir", aseguró Giordano, la figura de la jornada final, en declaraciones en la zona mixta.
Pero más allá de la final, donde pese al cansancio el equipo argentino tuvo una buena versión frente a Bélgica -que había vencido entre otros a Brasil-, el sufrimiento estuvo en la semi.
Bajo un intenso calor, Argentina se cruzó con Ucrania, que lo exigió al máximo y apenas lo dejó ir arriba en el marcador por un par de segundos, hasta el suplementario -al primero que convierta dos puntos-.
A diferencia de los anteriores encuentros, la altura de los ucranianos obligó a la Argentina a poder .
Allí, primero De la Fuente metió un tiro libre, y después Giordano frotó la lámpara a puro amague para conectar el tanto decisivo y darle el pase a la final.
"Tratamos de buscar siempre la mejor opción, tanto de tres como una penetración o bandejas, confiamos en los que estábamos dentro de la cancha, pasarnos la pelota y buscar la mejor oportunidad para poder anotar", aseguró Ruesga sobre ese encuentro semifinal.
"En la semifinal estábamos muertos, fuimos perdiendo todo el partido, sobre el final lo gramos empatar, no dejamos que nos quiebre el partido. Las piernas ya no nos daban más y logramos tener la mente fuerte para poder ganar", agregó Giordano.
Ahora, estos chicos que compiten en el básquetbol tradicional volverán a sus equipos, pero nada les quitará la sonrisa y alegría de ser campeones olímpicos.