La semana pasada la fiscalía y la familia de la joven que tenía 30 años al momento de desaparecer, en agosto de 2010, pidieron la pena de 25 años de prisión para el único acusado, mientras que la defensa, pidió que se lo absuelva por el beneficio de la duda, ya que no está probado que la mujer haya sido asesinada y tampoco se encontró el cuerpo.
“Durante el juicio se probó la acción de matar y no el cómo la mataron y esto se acreditó con pruebas en el juicio. Se comprobó que el último que la vio con vida fue él”, comentó a NA, Verónica Soriano, hermana de la joven que fue vista con vida por última vez el 20 de agosto de 2010 en el partido bonaerense de Lanús.
Y agregó: “la casa de Lagostena es donde aparecen los últimos datos de ella, el último rastro del celular saltó en la antena de la casa de él y por las cámaras se comprueba que Erica no salió de ahí”.
La hermana de la víctima también comentó que durante el juicio el abogado de la defensa sólo trató de derribar las pruebas y “no se encargó de defender a Lagostena”.
“Nos dijo cómo nosotros podemos suponer que Erica está muerta si no está el cuerpo y también dijo que la evaluación de la perito que habló que Lagostena es un psicópata no era válida. Todas mentiras para dilatar”, señaló.
La pericia de la Corte Suprema a la que se refiere la hermana de la víctima reflejó que Lagostena es un “depredador” con características “psicópatas narcisistas”, con “tolerancia cero a la frustración”, y que “Érica fue una de sus víctimas”.
Lagostena llegó al juicio acusado por el delito de “homicidio simple en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género”.
En tanto, la hermana de Erica contó que con su abogado pidieron que se investigue a varias personas por el delito de falso testimonio, como por ejemplo a la ex mujer del imputado, quien al principio de la causa le contó a la familia de la víctima que ella había denunciado a Lagostena por violencia de género y después lo negó.