El delincuente, oriundo de Estados Unidos, estaba prófugo de la Justicia de su país y de Perú, y había ingresado a la Argentina tras pasar por Bolivia con un documento falso hasta que fue apresado en el barrio porteño de Belgrano.
Una vez ingresado al país, montó una empresa que comercializaba suplementos dietarios y anabólicos prohibidos.
Por dictamen de la Justicia se encuentra imputado por los delitos de “Contrabando, Evasión Impositiva, Tenencia de armas de guerra en Infracción al Artículo 201 del Código Penal”.