Según publica Diario Popular, el número de la nueva versión hace referencia a la cantidad de horas en la que se extiende el efecto de la droga, que deja en total estado de vulnerabilidad a las víctimas.
La sustancia no tiene color, ni sabor, circunstancia que aumenta su peligrosidad.
Claudio Izaguirre, titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, sostuvo que "las víctimas, generalmente, son chicas muy jovencitas. Al ingerir esta sustancia se desvanecen, pierden la conciencia".
Izaguirre resaltó la importancia de que "para prevenir casos de abusos con burundanga, la gente que debe estar alrededor tiene que estar muy atenta, y apenas surja alguna anormalidad, que llame a una ambulancia y lleve a la persona afectada al hospital".
En ese sentido, apuntó que "a los 20 o 30 minutos después de ingerir la droga, luego de ingerir la dosis que le pusieron en la bebida, la víctima queda a merced de quien suministró la droga", circunstancia que no se puede advertir cuando se la ve salir del boliche en el que se encontraba.