El caso del hospital Santamarina es paradigmático: en 2015 pagaba 13 mil pesos por agua y servicios sanitarios y ahora, con igual consumo, deberá afrontar el pago de una boleta de 371 mil, según la actualización aplicada por la empresa estatal AySA.
Martello advirtió que “lo que sucedió en Esteban Echeverría se repetirá a lo largo y ancho de la provincia, y por eso se requiere de una solución integral” y añadió que “en el caso de AySA, iniciaremos las acciones ante Ente Regulador de Agua y Saneamiento (ERAS)”.
“Estamos exigiendo la inclusión de los centros de salud municipales de la Provincia, en un régimen especial a los efectos de que abonen una tarifa mínima”, sostuvo el funcionario.
Sostuvo que “AySA está utilizando una fórmula polinómica que lleva a que las tarifas terminen siendo exorbitantes y fuera de toda razonabilidad”.
“Las empresas tienen recursos más que suficientes para dar respuestas y es una compañía cuya mayoría accionaria (90%) está en manos del Estado nacional. Fue beneficiada en 2016 con un incremento tarifario de casi 300 por ciento, a lo que sumaron el año pasado ajustes por encima de la inflación oficial. Lo mismo ocurrirá en 2018”, agregó Martello.
Los aumentos tarifarios implicaron un fuerte aumento de las ventas de AySA que en 2016 sumaron un total de 9.026 millones de pesos, contra 3.909 millones de 2015, tal como se consigna en el balance de la propia empresa.
A su vez, los incrementos en los valores del servicio también posibilitaron que la compañía, que venía arrastrando números negativos, cerrara el ejercicio 2016 con una ganancia superior a los 432 millones de pesos.