Testimonios de vecinos indicaron que un grupo de personas escapó del lugar en auto negro y una moto tras la explosión que destruyó el cajero perteneciente al Banco Galicia.
Por pericias posteriores, se pudo determinar que el estallido fue provocado mediante un tubo de gas butano que quedó en el lugar.
El cajero robado no había recibido la carga que habitualmente se efectúa después del fin de semana, por lo que se estima que contenía entre 40 y 50 mil pesos, un monto sensiblemente inferior a su capacidad máxima, de varias millones.