"Más allá de que el avance de la obra era lento, en Diciembre de 2017, el gobierno de la provincia decide el cierre de la UGP, por lo que los fondos y el contralor dejaron de llegar y las obras se paralizaron definitivamente", explicaron docentes de la escuela.
Pocos días antes del inicio de clases y tras la insistencia de la comunidad educativa, el gobierno provincial reanudó los trabajos pero, según explicaban fuentes de la escuela, la total falta de planificación de la obra hizo que hoy el establecimiento se encuentre todo roto, con la mayoría de sus aulas sin ventanas, tapiadas con maderas, falta de rejas y vidrios en ventanas de pisos superiores, escombros y pisos rotos en patios y áreas comunes, baños sin sanitarios, paredes sin terminar y ruido y polvo por todo el establecimiento, lo que impide que los más de 1.200 alumnos que concurren al establecimiento puedan tomar sus clases con normalidad.Ver más fotos
“Es tal el destrozo que se hizo en la escuela que no sabemos a ciencia cierta cuándo podemos tener las condiciones mínimas para poder retomar las clases”, explicaba indignado un docente de la escuela que participó hoy de la protesta.
La protesta se trasladó después hacia la Jefatura Distrital, donde se juntaron con docentes y alumnos que también reclaman por el cierre de los bachilleratos nocturnos y de la escuela Nº 25 que se encuentra sin terminar hace años y los alumnos concurren a clase en forma precaria en un edificio vecino.