El abogado, identificado como Aníbal Mariano Lauris, de 43 años, había estado en la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), ubicado en Italia 1666 de Olivos.
Cuando Lauris se retiró del sindicato subió a su BMW de color negro para regresar a su domicilio en la Ciudad de Buenos Aires y en ese momento fue abordado por dos delincuentes que llegaron en un Toyota Etios.
Los ladrones amenazaron al abogado con un arma de fuego y le exigieron la entrega del auto, pero éste decidió resistirse y extrajo un revólver calibre 38 con el que se tiroteó con los ladrones.
Como consecuencia del enfrentamiento armado, uno de los delincuentes murió en el lugar mientras que su cómplice huyó corriendo, aparentemente herido, dejando abandonado el auto en el que habían llegado.
Trascendió que el ladrón fallecido estaba preso y en diciembre pasado tuvo una salida transitoria y no había vuelto a la cárcel donde cumplía una condena por el delito de "robo agravado".
Las fuentes indicaron que el arma utilizada por el letrado era un revólver calibre 38 marca Colt, del que es legítimo usuario.
La investigación del caso quedó a cargo del fiscal de Vicente López Martín Gómez, quien ordenó preservar el lugar para el trabajo de los peritos y realizar diversas diligencias para intentar localizar y detener al asaltante prófugo.
Según trascendió, para el fiscal se trató de un caso de "legítima defensa", por lo que recomendó darle asistencia psicológica a la víctima.
Por su parte, el cuerpo del delincuente fue trasladado a la morgue judicial, donde se le realizará la correspondiente operación de autopsia.
El fiscal Gómez no había adoptado, todavía, ninguna medida contra el abogado porque, de acuerdo a las primeras investigaciones, todo indicaba que se trató de un caso de legítima defensa.
