El precio de los combustibles está totalmente liberado en el mercado local, luego de que el gobierno decidió no continuar con el acuerdo que tenía con las empresas petroleras para ajustar el precio de los combustibles cada tres meses.
De aplicarse esos incrementos el precio de la nafta premium podría pasar a costar 26,93 pesos el litro en la hipótesis menor hasta 27,45 pesos en la mayor, según los valores actuales.
Por su parte el litro de gasoil premium variaría entre los 23,87 y los 24,33 según el porcentaje de actualización que se decida.
Estos serían los precios estimados para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires a partir de los próximos días, mientras que en el interior del país, los valores de comercialización se situarían, como ya es costumbre, por encima de esos valores.
En el Gobierno analizan hasta cuánto se permitirá aumentar a la empresa estatal YPF, que maneja el 60% por ciento del mercado, para evitar un alto impacto en los precios internos de la economía.
La administración macrista, que elevó la pauta anual de inflación para este año al 15%, no quiere que se le dispare esa meta, teniendo en cuenta que a partir de febrero comenzarán a regir los aumentos en prepagas, transporte público y tarifas.
También buscan tiempo para saber cuál será el impacto de la reciente suba del tipo de cambio en los precios de la economía en general.
Las empresas argumentan que es insostenible mantener congelados los precios con el salto que tuvo el tipo de cambio el mes pasado y tras la suba del precio del barril de crudo en el mundo.
El primero de diciembre pasado se aplicó el último aumento de combustibles del 6%$, que llevó el anual al 35% en el caso de las naftas premium y al 28,6% en el caso del gasoil, más de 6 puntos porcentuales promedio por encima de la inflación del año anterior, que se estima rondará un 24 por ciento.
Luego de ese último incremento los precios en las estaciones de servicio quedaron en $22,66 el litro de nafta super; la nafta premium en $26,15 y el diesel de máxima calidad en $23,18, aproximadamente.
El mercado de combustibles está liberado lo que permite a las compañías trasladar al consumidor los aumentos que tienen en cuenta el valor del dólar de los últimos días y el precio internacional del petróleo crudo.