Franco había faltado a su trabajo y dejó de contestar el teléfono el martes, por lo que un hermano decidió acudir a la Policía.
Al ingresar los policías al lugar se encontraron con el cuerpo de Franco atado de pies y manos con una bufanda en el hall de la vivienda, que se encontraba con la puerta de acceso entreabierta.
En tanto, no se pudieron hallar rastros de que haya sido baleado o agredido con un arma blanca, por lo que las primeras sospechas apuntan a que pudo ser asfixiado.
Según fuentes policiales citadas por el diario Crónica, en la vivienda se halló un gran desorden, lo que podría indicar una intención de robo, pero no se hallaron faltantes.
Por otro lado, se pudo establecer que los accesos a la vivienda no habían sido forzados, por lo que comenzó a cobrar fuerza la presunción de que el asesino era conocido de la víctima, ya que le habría facilitado el acceso a su propiedad.
Según el testimonio de allegados a la víctima, era de tendencia homosexual, mientras era habitual que llevara hombres que conocía en forma ocasional a su casa.