En tres de esos domicilios funcionaban los talleres textiles clandestinos, mientras que en otro (local minorista de venta al público de indumentaria textil) se encontraron mesas de corte.
En uno de los inmuebles que funcionaba como taller no había trabajadores, pero se constató que se cumplían labores textiles.
Las fuentes informaron que las personas que estaban a cargo de los talleres, les controlaban a los trabajadores hasta el horario para mirar televisión.
Entre las 30 personas rescatadas, había ocho menores de edad, y se pudo determinar que una organización los traía desde Bolivia para explotarlos.
De acuerdo a la investigación coordinada por la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI) de la Secretaría de Seguridad de la Nación, los detenidos, de entre 25 y 40 años, captaban a las víctimas a través de publicidad engañosa.
Fuentes de la investigación contaron que “los hacían rotar en talleres y las prendas que se confeccionaban se vendían en locales de la calle Avellaneda.
El operativo, que incluyó nueve domicilios allanado por efectivos de la Policía Federal, fue ordenado por el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 6, a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral.
De los allanamientos participaron también personal de la Dirección Nacional de Migraciones, de la AFIP, del Programa Nacional de Rescate de Víctimas de Trata de Personas del Ministerio de Justicia de la Nación, de la Dirección General de Fiscalización y Control, y de la de Protección del Trabajo de la CABA.