La segunda carta del exministro desde que está preso se titula “La mano en el fuego” y también contiene cuestionamientos a su situación judicial, ya que reitera que está “preso sin condena”.
“Ah, si quieren saber dónde estoy, estoy donde estuve siempre, al lado de Néstor Carlos Kirchner, quien continuó y profundizó la obra de Juan Perón. Aquí estoy y estaré hasta el fin de mis días.
Aquí estoy, seguro no me quemaré las manos”, enfatizó De Vido.
El exfuncionario nacional, que la semana pasada fue desaforado y detenido, reiteró que “en la Argentina el Estado de Derecho está roto o simplemente no existe y los hipócritas de uno y otro lado miran para el costado”.
“Como todo tiene que ver con todo, días anteriores a mi arbitrario e ilegal pedido de detención ocurrió algo que sin duda alguna tuvo una particular influencia en los medios y no dudo también que en el Congreso, fue cuando alguien dijo, al ser consultada sobre mi gestión, que no ponía las manos en el fuego por nadie, salvo por su entorno familiar e íntimo. Todo muy simultáneo; todo muy coincidente. Demasiado explícito”, remarcó.
A la vez, sostuvo que durante su experiencia como ministro del kirchnerismo tuvo “muchísimos colaboradores en los que siempre” depositó “su confianza”.
“Algunos la honraron y otros no, y seguramente yo también los habré defraudado, a ellos o a mis superiores, es humano y tan sencillo como eso, la confianza se da y se quita, se gana y se pierde, la cosa es de a dos, como en el amor. Pero su pérdida no incinera ningún miembro de su cuerpo, nada se quema, solo desilusiona y a veces mucho”, recalcó De Vido.
A la vez, apuntó a sus compañeros de bancada y subrayó: “Cada uno seguramente deberá hacerse cargo ante la historia de su voto y de su posición sobre todo ante el pueblo de la provincia de Buenos Aires”.
“Estoy detenido sin juicio previo en dos causas por delitos que no están probados”, se quejó el exministro de Planificación Federal, al referirse a las acusaciones de supuesta malversación en la mina de Río Turbio y de presuntos sobreprecios en la compra de gas natural licuado.
Y afirmó: “Qué brillante debate se perdió el Congreso respecto al estado de derecho en la Argentina, qué pena. Aún cuando finalmente hubiese sido desaforado, por quienes, combinados con los que la pidieron, querían hacerlo”.